El otro día estaba leyendo el blog de Clases de Periodismo (recomendado para un estudiante de ídem) y vi una noticia que me llamó la atención. Al menos 6 de cada 10 usuarios se informa en redes sociales. Si bien el titular tiene algo de trampa. Hace referencia a un estudio del Pew Research Center y los usuarios de los que habla son, únicamente, estadounidenses. Aún así, me parece un dato demoledor y muy significativo de la situación actual y cómo vemos la sociedad en la que nos movemos.
En España tenemos un problema latente desde el inicio de nuestra democracia. Un problema que se remonta al 17 de julio de 1936. Evidentemente hablo de la Guerra Civil y esa división entre fachas y rojos que tenemos desde entonces. El término las dos Españas lo define a la perfección, a día de hoy la atención mediática se ve focalizada en alguno de esos dos bandos. Tan solo hay que ver la campaña electoral que se resume en Podemos contra PP con otros dos partidos como espectadores de lujo y metemierda de excepción.
Todo esto se traslada a las redes sociales. Al final, en el espacio que ocupamos en Internet queremos sentirnos cómodos, por lo que acabamos aplicando los mismos criterios que en cualquier otro momento o circunstancia de la vida. Así, si una persona es de izquierdas o de derechas, tenderá a rodearse de gente afín. Siempre hay excepciones y, evidentemente, no es un gueto o estrato totalmente hermético en el que no entra nadie que piense diferente. Lo que quiero decir es que,en su mayoría, la gente se rodea de ideas afines y comunes. Bregar y pelear por nimiedades a diario no es algo cómodo y deseable.
Por todo ello, informarse a través de redes sociales no suele ser el mejor método para estar al tanto de la realidad. Tal vez de parte, pero no del conjunto de la misma. También existe un problema bastante grave sobre la polaridad de los medios de comunicación e información en este país. O uno u otro, no existen los grises o términos medios. Al final, las redes sociales se acaban convirtiendo en un patio que discute de Venezuela, inventos varios por ambos bandos y la última chorrada de turno.
Dependiendo del bando acabarás viendo noticias de OKDiario, ElDiaro.es o, de vez en cuando, El País o La Razón. Información, cuando menos, sesgada o, cuando más, directamente mentira. Esto también es un alegato en contra de estas malas prácticas del periodismo. Una cosa es elegir un bando y otra es faltar a los valores del oficio más bonito del mundo. La información es información. Si se quiere dar una pátina de ideología, ahí está la opinión, que es otro formato muy interesante y digno.
No puedo dejar de pensar en el déficit de información que tenemos en la sociedad actual y la cantidad de noticias que se toman por ciertas. Por no hablar del clickbait y mandangas similares. Es una simbiosis perversa y viciosa que nos ha llevado a estar así.