Ayer escribí un post al respecto de la carta de Benja Serra (@benjaserra). Poco después de publicar el texto, el diario digital ElEconomista.es sacó una noticia al respecto. Resulta curioso ver la facilidad con la que una gilipollez como la de ayer se convierte en noticia en un medio digital. Parece que cualquier cosa es válida para tratar de conseguir visitas.
También me resulta un poco hipócrita que muchos medios españoles aprovechen el texto de un periodista en el que se queja de no tener trabajo para arañar visitas y comentarios. ABC, El Mundo, La Vanguardia, Ideal, LaSexta, El Periódico, El Economista… Medios digitales que aprovechan la mala fortuna de un colega para hacer una noticia, en algunos casos fusilando lo que dice. Es el caso de algunos fotógrafos (profesionales o aficionados) que ven como algunas empresas de comunicación utilizan su trabajo con afán de lucro sin revertir un solo euro al creador de ese contenido. Periodismo de rapiña o piratería. Igual que muchos informativos que utilizan vídeos de Youtube para rellenar sus minutos. No es solo que no citen, que solo faltaba que no lo hagan (y no lo hacen), es que no respetan la licencia con la que se comparten los vídeos. Podían haber aprovechado la historia de Benja para contratarlo (es periodista) u ofrecerse a profundizar más en la historia con un reportaje de mayor extensión. Es posible que lo hagan, pero la primera impresión no es buena.
Es cierto que ayer dije lo que dije, ahí queda escrito, pero es posible que Benja no hubiese tenido que emigrar a Londres si en España se hiciese mejor periodismo desde los grandes medios digitales. Noticias como ‘La novia de Javi Martínez revoluciona la Oktober Fest con unas fotos en Instagram‘ o ‘Una guionista anuncia que deja su trabajo bailando en Youtube‘ sacadas directamente de Internet no ayudan a que se valore y remunere el trabajo de los periodistas.
En mis prácticas realicé este tipo de tareas. Desde buscar vídeos para poner en la home de los diarios y tratar de conseguir más visitas hasta rebozar un tuit de algún famoso y tratar de armar una noticia de ello. No niego que sean cosas de interés, suelo pinchar en algunos de esos enlaces, pero no es precisamente un trabajo periodístico de relumbrón. Tratar de maximizar la audiencia a la vez que reduces costes no debería ser la estrategia a seguir en los medios de comunicación, pero parece que es lo que se lleva. Además de tener a casi todos los medios dando la misma campanada de Internet.
Es cierto que Benja muestra la manera en la que el tratan. Le hacen sentir inferior por trabajar de barista y tiene que contentarse con ese empleo porque no tiene ninguna otra oferta. En eso tienen razón los comentarios que hubo en el post de ayer. No niego la brutal crítica que hace a la sociedad de consumo. Es una visión para reflexionar, porque muchos hacemos o pensamos eso mismo a nuestros propios niveles. Ayer quise quedarme con el párrafo final y hoy he visto reflejada una importante parte de la crítica en la labor que se realiza en los medios de comunicación.
A lo que iba es que la tontería de la crítica ha destapado, una vez más, otro de los vicios de esta profesión. Es difícil ganarse la vida como freelance porque casi no pagan los trabajos. Se quejaba Manu Brabo, tras volver de Libia, que consiguió más dinero dando charlas sobre su encarcelamiento que por las fotos que realizó antes del mismo. Parece que el buen trabajo no se valora en los medios de comunicación, que el buen reportaje que informa, entretiene y educa ha sido desplazado en pos de los vídeos de culos y tetas en las portadas de los medios digitales. Ni siquiera los muros de pago incitan a pagar más por el producto.
El post de ayer no era una respuesta directa al comentario de Serra, era una reflexión propia. Lo que escribió Benja me sirvió para dar contexto al escrito e hilar los párrafos, una especie de mcguffin chusquero. Me pareció la mejor manera de ilustrar que existen otras alternativas y hay que buscarse la vida para encontrarlas. Resulta curioso que, al final, un medio me acabara dando la razón.