Ya sabéis que he estado una semana y poco en Valencia disfrutando del calor y la ciudad. Una ciudad que es algo completamente distinto a lo que tengo aquí con Bilbao y por eso me llama la atención y me gusta mucho. Los contrastes entre las ciudades del Norte y el Sur (de Burgos hacia abajo) siempre me han gustado. Son distintas. Otro rollo, otro estilo de vida. Estos son los lugares que recomiendo no perderse en una visita a la capital de la Comunitat Valenciana.
La Catedral.
Una catedral del siglo XIII erigida sobre una mezquita que había sido levantada sobre una antigua catedral visigótica edificada sobre un antiguo templo romano dedicado a Júpiter. ¡Lo tiene todo! De hecho, por tener tiene hasta un Santo Cáliz. Sí, la copa en la que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo durante la crucifixión e Indiana Jones buscaba en ‘Indiana Jones y la última cruzada’. Entre otras cosas destaca la Obra nova, esa especie de anfiteatro romano junto a la puerta de los Apóstoles y que da a la Plaza de la Virgen y el Miguelete, el campanario de la Catedral. Uno de los símbolos identificativos de la ciudad.
El Carmen.
Así es como se conoce al casco histórico de la ciudad de Valencia. Los autóctonos me dijeron, varias veces, que se trata del mayor de toda Europa. Tiene el encanto de una ciudad milenaria que creció con varias culturas y religiones distintas. Aquí se encuentran algunas de las mayores atracciones turísticas de la ciudad. También los puestecillos de souvenirs típicos. De hecho, compré unos cuantos. Edificaciones como la Plaça Redona o La Lonja de la seda (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) son algunas de las paradas obligadas en un paseo por aquí. No has estado en Valencia si no las visitas.
Las Torres de Serrano.
Por estas puertas entró el rey Jaume I para conquistar la ciudad en manos de los musulmanes. Esta era una de las catorce puertas de la Muralla de Valencia. Hoy día solo quedan dos: estas y las de Quart. Uno de los monumentos mejor conservados y más antiguos que quedan en pie. Se pueden subir y visitar, los festivos es gratuito. Además, este monumento es conocido porque en Fallas se celebra la cremà a la sombra de las antiguas puertas. Monumento destacado a visitar.
La ciudad de las Artes y las Ciencias.
Esto ya son palabras mayores. La gran obra de Santiago Calatrava en su ciudad. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero el bueno de Santi plantó sus fallas (¿lo pilláis?) en Valencia convirtiendo el complejo en uno de los iconos la metrópolis. Inaugurado por después del Guggenheim de Bilbao, la ciudad de las Artes y las Ciencias se ha convertido en el referente arquitectónico moderno de la ciudad. Millones de turistas visitan anualmente la imponente mole de hormigón de Calatrava. Con sus fallos y problemas, que han dado mucho que hablar, la zona es bastante monumental e impresionante. Consta de un oceanográfico, el museo de ciencia Príncipe Felipe, el llamado L’Hemisfèric donde proyectan películas y el Ágora, un espacio multiusos que lo mismo te acoge la Campus Party (con goteras) que el Master de tenis de Valencia (con goteras). Si hasta me hice una foto. Mola mucho, pero no al precio que han pagado los valencianos.
Estación del Norte y Plaza de toros.
La zona de la parada de metro de Xàtiva, cerca de Colón me sorprendió mucho. Es muy céntrica y se encuentra en un cruce de caminos. Ahí al lado está el barrio chino, por ejemplo. Pero lo que más me llamó la atención fue en conjunto de plaza de toros y estación del tren que están pegados uno con el otro. La estación del Norte (que no del AVE) acoge los cercanías de Renfe y tiene una estructura muy bonita. Por fuera no me recuerda a una estación, casi me parece un colegio. La plaza de toros, por contra, si que lo aparenta. Con ese aire a anfiteatro romano que no trata de ocultarlo. No es tan grande y majestuosa como La Maestranza de Sevilla o Las Ventas de Madrid, pero tiene un aire muy bonito. Me sorprendió bastante.
Mercados (Colón y Central).
Ya lo dije en GPMESS, la cultura de mercados de Valencia me fascina. Su referente principal es el Mercat Central, con esa gran cúpula y la multitud de puestos pequeños y alegres que dan ganas de curiosear y visitar minuciosamente para conocer un poco más del estilo de vida mediterráneo. El Mercado de Colón también es curioso, reconvertido en un centro de ocio y restauración. Puedes disfrutar de una buena horchata traída directamente desde Alboraya o tomar una cervecita en la terraza mientras admiras la arquitectura de un mercado impresionante. Casi todos los barrios tienen uno. Todos con sus bares de pelea para tomar el almuerzo y sus vecinos paseando. El mercado mola.
La Albufera
Tal y como sucede en otras ciudades como Bilbao o Madrid, lo que le da encanto a la visita son los pueblos de la periferia. Soy de Getxo, cerca de Bilbao y considero que no puedes hacer una visita completa sin venir aquí y pasear cerca del mar y tomarte algo en el puerto. Lo mismo sucede con Madrid y Alcalá de Henares, tan cerca y tan diferentes. Lo mismo en Valencia. Uno de los días aprovechamos para irnos de la ciudad y disfrutar de una de las playas cercanas a la capital: Bega de Mar, cerca de Sueca. Allí pude encontrar la paz a pocos kilómetros de una de las ciudades importantes de España. ¡Y probé la auténtica paella valenciana! Además, me dio tiempo para que el paisaje y la zona me encandilase. ¡Quiero volver!
Bonus track: Ruzafa
Es el barrio de moda de Valencia. Algo así como el Malasaña de la capital del Turia. Han aparecido locales muy interesantes como la boutique del Dulce de Leche, el Copenhagen vegetariano o el Utopick Cacao… Un barrio de moda, reformado y mucha gente activa con distintas inquietudes. Una zona de la ciudad para perderse, buscar y encontrar. Incluso cuentan con un mapa señalando todas las partes chachis. ¡Piérdete! Pero en Ruzafa. ¡Ah! También tienen mercado.