Ayer, el telediario de TVE abrió con un gráfico sobre la bajada de la tasa de desempleo desde febrero hasta el pasado mes. Desde el punto álgido al más bajo registrado este año. La bajada de 341.000 parados se representa, como se puede ver bajo estas líneas, con una pronunciada curva descendente. Un cambio demasiado abismal que no es la primera vez que lo vemos en televisiones españolas. Jose hizo una reseña parecida sobre las estadísticas que daba Telecinco sobre su competencia con Antena 3.

Gráfico de RTVE. Fuente: eldiario.es

Esto hace que recuerde la asignatura de Estadística en la universidad. Una asignatura a la que no acudí, pero tengo el recuerdo del profesor hablando sobre lo mal que se realizan las estadísticas en los medios de comunicación de hoy en día. No creo que se refiriese tanto a las representaciones gráficas de unos resultados (que también) sino a la propia realización e interpretación de los datos resultantes. El caso es que con este tipo de chapuzas me asalta la pregunta de si lo hacen a propósito porque se creen que somos imbéciles y vamos a tragar o simplemente son negligentes en su trabajo. Sea cual sea la respuesta, no me gusta nada.

También tenemos el caso de las realidades paralelas o medias verdades. Eso se da mucho en el periodismo deportivo. Fichajes que nunca cuajan, jugadores vestidos con camisetas de otros equipos y ese tipo de cosas. Anteayer surgió un tema de esos polémicos en el seno de los medios que informan sobre el Athletic Club. Se decía que Ander Herrera iba a fichar por el Manchester United y había unos delegados del club inglés en la sede de la LFP para pagar la cláusula del jugador. Durante unas horas se dijo, o se dejó caer de manera muy visible, que el bilbaíno pasaría a formar parte de la plantilla red. No fue así, pero a ‘El Correo’ no le costó mucho decir que la operación se había cerrado y que sería «jugador del club inglés en breve».

¿Es necesario ser el primero en dar la noticia? Esa es la eterna pregunta. ¿Qué preferimos: informar rápido o informar bien? Parece que todos quieren anotarse los dos puntos, pero no se puede. Al menos, no siempre. Las noticias necesitan un trabajo y un tratamiento que, al parecer, ha desaparecido de las redacciones. La falta de veteranos curtidos en mil batallas a los mandos de la infantería recién graduada o en prácticas para evitar este tipo de fallos. Pero claro, hay que abaratar costes y los buenos empleados tienen la mala costumbre de querer cobrar un sueldo digno. Los hay que infraviven, pero son pocos. Así que se tira de becarios, que salen gratis y pueden sustituir a cualquiera en vacaciones.En estos momentos conviene recordar el caso de Nintendo. No han realizado regulaciones de empleo porque creen que sin trabajadores no van a poder salir de la crisis. Aunque haya menos beneficios. Parece que eso no funciona en otros sectores.

Vivimos en un mundo que se debate entre realidades alternativas con Yoda sabe qué fin o medias verdades que no dejan de ser medias mentiras. Además, debemos añadir el extremismo y la bipolaridad enfermiza que sufre este país. Dos polos opuestos y enfrentados de manera continua que solo se ponen de acuerdo en que hay grises, pero no se paran a ver esos matices. Y luego se extrañarán de tanto pasotismo y desencanto general. Al final, no hay que olvidar una de las máximas:

por Bori

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