Últimamente me he fijado que mucha de la gente que sigo en Twitter se dedica, en gran medida, a tuitear posts antiguos. Además, da la impresión que lo hacen en modo automático, sin venir a cuento y sin nada de relevancia por no ser actual y estar, en algunos casos, desfasados. Yo pico muchas veces y acabo en un post que ya leí en su momento y tampoco es que me apetezca demasiado volver a leer. Me pasa, sobre todo, con blogs de viajes. El contenido no es tan intemporal como piensan. Eso ha llevado a plantearme la redifusión del contenido y las reposiciones de blogs en Twitter y otras redes, así como la vigencia de ciertos posts.

Si bien es cierto que una gran mayoría de posts si tienen vigencia, automatizar la difusión en redes sociales puede no ser una gran estrategia. Básicamente porque eso es una lotería. Como digo, casi siempre suelo picar en lo que pone Kailos de @TremendoViaje, aunque sean posts que ya no tengan mucho sentido debido a distintos cambios de normativas o algoritmos en la compra de billetes. En este blog pasa lo mismo, una gran cantidad de posts no tienen ningún sentido una vez sacados de ese margen temporal en el que están escritos. Otra cosa es el Txoko. Ahí, lo que escribo perdura un poco más, lo que tarda el restaurante en cambiar la carta o cerrar el local. Las guías de viaje con consejos y fotos son algo más interesantes (siempre que no lo repitan una y otra, y otra, y otra vez).

Redifundir el archivo puede ser una buena estrategia para captar nuevas visitas y fidelizar algunos nuevos lectores, pero ¿a qué precio? Desde mi opinión personal, no creo que sea una decisión acertada. En el caso de este blog, hay más de 800 entradas escritas a lo largo de 7 años. En el Txoko, ya paso de las 130 con menos de dos años. No todo ese material es carne de redifusión. De hecho, si republicase cada entrada dos veces al día, tardaría casi tres años en acabar con todo el contenido. ¿Merece la pena? Creo que no.

Hay posts que nacen con cierta intención. Otros que tienen la fecha de caducidad escrita en sus líneas. Hay otros que perduran más. No por ello son interesantes. Cada cierto tiempo suelo repasar y guardar en una carpeta de marcadores los posts que me parecen interesantes republicar con el paso de los meses. El post de periodismo y Simpson lo ‘lanzo’ cuando dan algún capítulo mencionado en la tele.  La oración del Athletic sale a colación cada vez que necesitamos encomendarnos al altísimo para que nuestros leones no la líen (final de Copa). Los blogs para estudiantes de periodismo vienen bien cuando entra una nueva remesa de seguidores provenientes de la Universidad. Incluso los posts sobre blogs de moda los uso de vez en cuando. O los de apps cuando hablo de ellas. Si vienen bien contextualizados, los posts ya escritos pueden venir bien. Lanzados de cualquier manera a las redes, creo que solo provocan hartazgo, al menos a medio plazo.

Siempre es interesante leer contenido que esté relacionado con los temas que buscas, pero que venga en el momento justo. Para eso existe Google, claro, pero el contexto que te puede dar una persona en un tema en concreto (si pongo que busco información sobre X cosa) es bastante mejor que el spam indiscriminado con todo el archivo del blog. Por cierto, no queda mal esto como post recopilatorio de otros posts, ¿eh?

 

por Bori

Un comentario en «La caducidad de los posts»
  1. igual en viajes aun lo veo viable pero en tema de moda pseeeee si te gusta la prenda, buscarla es lo peor pasados unos meses

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