A estas alturas mucha gente se habrá ventilado (seguramente en un par de días) los 13 capítulos que componen la cuarta temporada de House of Cards. La serie de Netflix, estrenada en exclusiva para el paquete especial de series de Movistar+, preenta toda la temporada de golpe para que sean los usuarios los que se administren la droga en la medida de sus posibilidades (y la de las horas de sueño que quieran recortar). Yo soy de los que ya se la han ventilado con mucho gusto en apenas tres días (y con pesar).
Recuerdo que tras ver un par de capítulos, un conocido tuitero me preguntó que dónde la estaba viendo. Le respondí que en el Yomvi, porque en casa se paga el paquete de series. Eso me llevó a pensar que, en caso de tener el paquete de fibra+televisión en casa (lo cual es bastante suponer), por cinco euros adicionales puedes disfrutar de toda la temporada de estreno de House of Cards y otras series que tiene Movistar en exclusiva para su emisión en España, como Juego de Tronos.
Lo mismo he pensado para Netflix. Este mes de marzo (en un par de días, de hecho) se estrena la esperada (por mi) segunda temporada de Daredevil y, en este caso, se puede ver desde el servicio en streaming en España. Si vemos los precios, tenemos planes desde 7’99€ hasta 11’99€ con distintas características para adecuarlas a los futuros usuarios. A una mala, la más cara se puede repartir entre las cuatro cuentas disponibles y que salga más barata (marca España).
Todo esto me lleva a pensar que pagar entre 5 y 12€ (en el mejor de los casos) solo por ver una temporada de una serie me parece un precio más que aceptable. Hace años veíamos tan lejos este panorama que era casi impensable. A día de hoy, es casi más cómodo, sencillo y rápido pagar por un servicio en streaming que matarse por Internet a buscar enlaces de los capítulos en cuestión. Ya no solo ahorras tiempo, sufrimiento y anuncios pornográficos, además es legal.
Si bien el problema casi siempre está en el catálogo, para ver temporadas concretas (una vez estrenadas en su totalidad), un servicio de ese estilo puede venir genial para momentos específicos. Ni siquiera hablo de renovar la suscricpión cada mes, tan solo de coger un par al año para ponerse al día (cuando haya tiempo) con las series que tenías pendientes.
Por mi parte, pagaré un mes de Netflix para Daredevil y espero con muchas ganas el estreno simultáneo con EE.UU. de Juego de Tronos a finales de abril. Eso sí, si alguna empresa se hiciese con los derechos de emisión digital de las catorce primeras temporadas de ‘Los Simpsons’, ya os digo yo que pagaría con mucho gusto. ¿Descanso en el trabajo? ¡Monorraíl! ¿Has quedado en media hora? ¡Los canteros! ¿Estás esperando un paquete y el tío no llega? ¡Quién disparó al Señor Burns parte 1 y parte 2! Sería absolutamente brutal. En fin, seguiré soñando…