Me considero lector de periódicos. Suelo leer dos o tres al día, me gustan. ‘El País‘, ‘El Correo‘ y ‘Público‘ suelen ser los elegidos, aunque muchas veces leo ‘El Mundo‘. El caso es que una de las secciones más importantes, al menos a mi juicio, de estos medios es la política, bien sea porque casi todo está bañada en ella. Las paginas centrales se basan en eso y en sucesos, dejando el resto para otro tipo de temas de ‘actualidad‘. Pues bien, cuando compro un periódico y lo leo, dejo a un lado la sección política, ¿la razón? Me aburre.
Y es que las crónicas políticas de los periódicos me resultan, cuanto menos, aburridas. Es cierto que hay algunas que leo, pero suele ser porque se salen de la norma, no son habituales o el contenido es de especial interés. Para lo que pasa en política me informo por televisión, que son noticias breves, llenas de cortes para citas y de consumo rápido y sencillo. Mientras que lo escrito en los periódicos tiende a ser largo, adornado y, como digo, aburrido, al menos según mi punto de vista. He de decir que me he tragado casi toda la campaña electoral de EE.UU., incluyendo las primarias, puede ser que únicamente no me guste la política de aquí.
¿Y qué es lo que leo en un periódico? Pues las secciones culturales, científicotecnológicas, deportivas y de sociedad. Es decir, ‘el resto’. Me gusta la sencillez con la que ‘El País‘ toca los deportes, me encanta leer las crónicas de mi tio en ‘El Mundo‘ (para qué negarlo), la sección científico-tecnológica de ‘Público‘ me apasiona y la sociedad autonómica que toca ‘El Correo‘. Y sigo comprando periódicos porque soy un enamorado del papel, no me interesa tanto la noticia de ultimísima actualidad, para eso ya tengo Twitter, como el ritual de bajar a comprar el periódico y leer reportajes o análisis sobre noticias que ya conozco. Creo que el futuro de los periódicos en papel pasa por ahí, por convertirse en analistas, no dar las noticias, que todo el mundo las sabe, si no enmarcarlas en un contexto y darles forma o hacerle un seguimiento.
Pocas son ya las novedades de las que te enteras por un periódico, aunque aún hay sorpresas, anteayer me enteré de la muerte de un chico en el Puente Colgante, porque salía en portada de ‘El Correo‘, una inesperada noticia que me dio el periódico, no la escuché, ni la vi, ni la leí antes. Pero de eso queda poco, ya se ha encargado ‘The New York Times‘ de hacerlo, ha anunciado el final de su edición impresa y me enteré gracias a @paco229 en Twitter. Debemos de buscar otro modelo para la prensa en papel, es algo complicado y hay mucha gente implicada, pero somos muchos los amantes de ella. ¿Y a vosotros, os gusta el papel? ¿Qué opináis de la sección política? Un saludo :D
Imagen de: http://bdp.org.ar
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Los diferentes formatos no son excluyentes. Tantas muertes se han anunciado ya que he acabado por no creer en ninguna; creo que lo que se muere es la falta de creatividad y de capacidad para adaptarse al medio y a los nuevos tiempos, para renovarse, para buscar nuevos mercados o distintos clientes. La verdad es que hay periódicos en formato de papel que se hacen difíciles de digerir: demasiado texto, letra chica (El País, por ejemplo, cada vez va más inflado en ese aspecto), y otros que parecen «on line», pero en papel (Público, por ejemplo). Los hay on line y en papel y gratuitos, bastante bien hechos (20 minutos, pongo por caso).
No, no creo que se acabe eso de leer periódicos en papel. Son los hábitos lectores los que están cambiando o emigrando a otros cielos y formatos.
A mí me pasa algo parecido: la sección de actualidad nacional suele aburrirme, y sin embargo le doy mucho valor a las noticias internacionales. Será que todo lo que sucede en España ya lo tengo muy visto y la información de otros países tiene un atractivo especial para mí. Probablemente por eso El País es uno de mis periódicos favoritos.