Ayer vi una actualización de estado en Facebook de María Bernal (@mariabernalt) en la que hablaba sobre lo duro que es tener un blog, pero las satisfacciones que da. Cuando suelo dar charlas a alumnos de Periodismo siempre les recomiendo que se abran una bitácora. Suelo aducir citas de directores o gente importante del sector para tratar de persuadir a los futuros periodistas. «Un blog es tu mejor curriculum o carta de presentación» y frases de ese estilo. Todo eso es cierto, no lo niego, pero hay más motivos para escribir un blog. Eso me lo ha recordado María. ¿Por qué escribo este y otros blogs?
El afán de contar lo que me apetece. Es posible que no interese y lo lea poca gente (las estadísticas están para algo), pero eso no impide que quiera seguir escribiendo sobre los temas que me interesan y reflejar una opinión formada (o no). Es una buena manera de hacer spam en redes sociales. Económicamente no es rentable. Eso lo he dicho muchas veces. Es cierto que tener el blog activo cuesta unos 30€ al año, algo menos de 3€ al mes. Suficiente como para no ser un gran gasto. No se saca rendimiento económico directo del blog, al menos no yo, pero sigue mereciendo la pena.
Algunas veces me llaman para invitarme a algún evento o similar. Ha sido el caso de Gillette, Lexus o el AIR 2010. De ahí, además de la experiencia, me llevo la gente que he conocido. @luisete, @lasblogenpunto, @Treintanyero o @ManuCatman son algunos ejemplos de eso que digo. Si no hubiese acudido a esos eventos publicitarios para blogueros, quizá no hubiese descubierto a esos grandes profesionales de lo suyo y tuiteros interesantes. Es otra de las caras.
También está lo que cuesta. Tiempo y, como he dicho antes, algo de dinero. @carballo siempre se queja de la falta de tiempo para actualizar su blog. Ya lo dije cuando me dio por resucitar esta bitácora mortecina tras cuatro meses. Además volví por temáticas. Está el Txoko, habilitado para la gastronomía, cocina y comida, uno de los placeres de la vida. En ‘Sala B’ podéis encontrar las microcríticas de cine (de las que hay fans). Además, me ha dado por resucitar Kubilha, el proyecto de periodismo cultural que lanzamos hace un año. Otro ejemplo, en el que las buenas críticas te hacen seguir adelante.
¿Con qué más que quedo? Con la buena sensación que me deja escribir y que la gente lo lea. Ayuda a centrarme, a establecer rutinas y depurar mi estilo a la hora de escribir. Tengo que reconocer que hace tiempo que dejé de ver mi estilo en los textos que escribo. Igual es que lo tengo interiorizado. El trabajo hecho, mostrárselo al público y recibir el llamado feedback. Todo eso mola un puñado y merece la pena.
Siempre he dicho que mi blog es mi laboratorio de pruebas. Durante los años de carrera lo empleé para subir los textos que iba escribiendo, en alguna ocasión en versión extendida porque el material era demasiado grande. He hecho entrevistas porque me apetecía hacerlas. He trasteado y aprendido a hacer newsletters, algo que se puede aprovechar para el trabajo. Sé manejar varios CMS y, lo más importante, llevo más de cinco años escribiendo en la Red, perdiendo el miedo y acumulando experiencia valiosa. ¿Que un medio no considera eso suficiente como para contratarme? Pues peor para todos. No escribo por eso, lo hago porque me gusta, me apetece y quiero malgastar mi tiempo de ocio en esto. Lo demás, son regalos que va dejando todo esto. Y merecen totalmente la pena.
Información Bitacoras.com
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A mí hace poco un compañero de piso que tuve cuando estudié en Murcia me dijo que leía mi Blog porque mostraba cosas que otros no.
Todo venía a raíz del asunto de los despidos de Coca-Cola. Realmente solo di orden a cosas que vi por la Red. Asuntos de líos empresariales, etc, etc. Pero a lo que vamos es que a una persona, aunque solo sea una, le sirvió de algo lo que escribo para aclarar ideas.
Siempre he querido, supongo que como todos, que cuantos más me lean, mejor. Es algo intrínseco a un periodista, supongo. Pero ahora mismo cada vez me apetece escribir para menos personas pero que realmente me lean a mí porque quieren.