Este fin de semana se ha celebrado en Sevilla la décima edición del Evento Blog España, la reunión de blogueros más importante del país con sus charlas y sus cervezas (el bEBE). A su vez, en Getxo celebramos el séptimo encuentro anual de Getxoblog en el que charlamos de nuestras cosas a un nivel más local. En ambos casos encotramos la lapidaria frase de «X ha muerto». En Getxoblog fue @palazio quién sentenció el correo electrónico como forma de comunicación. Creo que en Sevilla aludieron (otra vez, y van…) al fallecimiento de los blogs. De hecho, deberían renombrar el EBE a Entierro Blogs España porque no hay edición que no los maten desde hace ya una década.
¿A qué viene esa manía de matar todo lo que ronda por Internet? Los blogs son un pilar básico e imprescindible de la Red. ¿Imagináis una vida sin blogs? ¿Qué haríamos en las redes sociales? ¿Leer textos de medios de comunicación y chistes con vídeos de gatitos? Recientemente me he puesto a jugar al Fallout 3 y el New Vegas con la esperanza de llegar al Fallout 4. El juego transcurre en un futuro en el que EE UU y China han entrado en guerra, han lanzado bombas nucleares y chof. Tú tienes que jugar muchos años después deambulando por lo que ellos llaman ‘el Yermo’, una gran extensión de terreno llena de ruinas y pequeños pueblos de chabolas. En eso se convertiría Internet sin blogs, en un yermo con mínimas poblaciones en el camino.
Algo parecido pienso del correo electrónico. Para mi es una de las bases más importantes de comunicación en Internet. Si tengo algo más o menos importante que contar prefiero mandar un email a un mensaje de Whatsapp o Telegram, que lo tengo como algo más informal. Si bien es cierto que la gran mayoría de correos que recibo me importan una mierda y es, prácticamente, spam, me resulta una herramienta muy útil y que empleo a diario. De hecho, lo primero que hago todos los días es revisar el correo electrónico en busca de algo importante. Después paso revista a las redes sociales y los distintos canales de mensajería que utilizo. Hasta ese punto me importa e interesa el correo electrónico. ¡Como para matarlo!
Aunque todo esto surge a raíz de la maldita tendencia de la gente a dar por muerto algo que funciona, en una u otra medida. ¿Cuántas veces han matado al papel? Y ahí sigue, de pie. Si bien es cierto que no goza de una salud tan buena como hace décadas, se consume mucho. La televisión ha sido la siguiente. Que si Youtube, que si el streaming, que si los millenials…, pero ahí sigue, acaparando la inversión publicitaria. ¡Las tablets han matado a los ordenadore! Escrito desde mi portátil. El caso es matar cosas porque ver tu nombre en los titulares debe de molar cantidad. No me explico otra cosa, la verdad.
Es cierto que la sociedad evoluciona y los patrones de consumo cambian. Pero de ahí a querer matar todo lo que deja de funcionar tan bien (que habría que verlo) hay un paso muy gordo. Tal vez la era dorada de los blogs haya pasado, no lo niego. Creo que vivimos el esplendor (y también pasado, ojo) de las redes sociales y nos encaminamos hacia un nuevo paradigma que no me atrevo a vislumbrar. Por el momento, al menos yo, no me voy a poner a matar nada.