Sí, se trata de la película del año. El film español más taquillero de la historia y el que está rompiendo todas las plusmarcas establecidas en cuanto a recaudaciones en salas de cine. ‘Ocho apellidos vascos’ es una comedia romántica que explota los tópicos sobre los andaluces y, sobre todo, de los vascos. Un largometraje sin mala leche, escrito con humor desde la visión de unos esterotipos conocidos por la sociedad vasca. Fogueados en ‘Vaya Semanita’, Cobeaga y San José (no el central del Athletic, ojo) han montado una película que recoge lo mejor de los sketches del veterano programa de ETB-2.
No quiero hablar de la película en sí, para eso está la crítica en Sala B. Me gustaría centrarme en el fenómeno en sí. En la cantidad de gente que ha acudido a las salas de cine a ver esta comedia romántica. Yo acudí el jueves, día festivo. Había pasado más de un mes desde el estreno y en los multicines a los que acudí había cuatro salas que proyectaban la cinta cada hora. Aún así, me sorprendí porque el taquillero me indicó que solo había butacas juntas en los laterales o en las primeras filas. Ingenuo de mi, pensé que al haber tanta oferta y el tiempo transcurrido desde el estreno iba a encontrar sitio sin problema. Pues mira que no. Me sorprendió la cantidad de gente. Nunca había visto tal cantidad de personas haciendo cola para entrar en una sala de cine. No al recinto del cine, a la propia sala. Y el resto de salas debían de estar bastante vacías.
Lejos de buscar analizar con sesuda profundidad el fenómeno, creo que se deben a una serie de factores bastante simples. Es una película que gusta, sin demasiadas pretensiones y que ha encontrado una buena respuesta del público. Con el respaldo de Mediaset, la promoción ha ayudado mucho. En marquesinas de autobús, paradas de metro u opis he visto los carteles anunciando la película. Ya le había echado el ojo hace tiempo con un trailer que lanzaron en Telecinco. Tenía ganas de verla. Luego empezaron más tráilers y más promociones.
Al contrario de lo que afirma este artículo de Alt1040, no creo que la película haya triunfado por saber «interpretar cuál era su público objetivo» e ir a por él. Ni por el trabajo en redes sociales. Es más, como usuario he visto bien poco de la promoción de la película en redes. En cambio, he visto que al hablar de ‘la fiesta del cine‘ en los informativos de Mediaset se aludía más a ‘Ocho apellidos vascos’ (imágenes incluidas) que a la propia noticia de rebajar precios. No creo que el público objetivo de la película sea el de los más jóvenes. Tal y como pasa en ‘Vaya Semanita’ un espectro muy amplio de la sociedad disfruta con el programa y se ríe a carcajadas. Este film es una comedia blanca pensada para toda la familia. Vi un montón de señoras mayores en la sala. De hecho, había poco usuario tipo de redes sociales.
La película ha triunfado con sus virtudes y sus defectos. Ha hecho gala de unos tópicos hacia los vascos orientados, precisamente, a esa faceta abertzale y violenta que tanto miedo daba. Un paso más hacia la normalización. Una piedra más en la construcción de la carretera hacia la paz. Uno de los mejores textos al respecto de ‘Ocho apellidos vascos’ es de José A. Pérez (@mimesacojea) en el que habla sobre cómo la película no ha gustado a los extremos. La crítica de Gara es un gran ejemplo. Partiendo de las bases sentadas hace tiempo y el fin de la violencia, películas como esta ayudan a que se vean las cosas bajo otro prisma distinto. Yo mismo tiendo a realizar humor con ese tipo de situaciones y hay gente que se ríe y gente que se ofende. Como con todo, básicamente.
Belén (@mbeleogar) es una sevillana de pura cepa. De las de Semana Santa y Feria de Abril. Me comentaba que si un vasco recomendaba la película, tenía que ir a verla. Llevo años hablando de las bondades de ‘Vaya Semanita’ y otros chistes tópicos vascos (exagerados, aquí no se folla…). ¿Cómo no me iba a gustar? Si es todo lo que busco en una película: comedia romántica, tópicos, humor, risas, paisajes espectaculares y Euskadi. ¡Lo tiene todo! Yo os recomiendo que os dejéis llevar por el fenómeno y acudáis al cine. Así, en la próxima gala de los Goya podréis decir que habéis acudido a ver una película española y estéis legitimados para criticar los argumentos del presidente de la Academia de Cine.
No creo que cuando se habla de trabajo en las redes sociales se hable de Twitter (no he leido el artículo pero si lo mencionan estarán muy equivocados). El trabajo de promoción en internet que ha habido ha sido principalmente en páginas del tipo Series.ly y otras del estilo. Por un lado, a día de hoy todavía no hay ni un enlace a un TS-Screener en Series.ly con lo que el que quiera verla se ha visto obligado realmente a ir al cine. Por otra parte, existen gran cantidad de cuentas en esta red social que solo han tenido una actividad, la cual ha consistido en puntuar la película y/o comentar que es muy buena. Esto sumado a las buenas críticas y al boca a boca ha creado un hype bastante alto y la gente que no ha sido capaz de aguantarlo ha acabado yendo (y ha sido mucha gente). Si a esto le sumamos que la película sea buena de verdad podemos ver el por qué del éxito que ha tenido. Un muy buen trabajo, la verdad, una estrategia bastante interesante.
Desde mi punto de vista el éxito está en haber conseguido esos números sin una promoción muy grande. El fenómeno que ha permitido al film hacerse viral ha sido el boca a boca. Tan simple como eso. Además, en la película no inventan nada nuevo. Comparar extremos en clave de humor es algo que ya se ha hecho en otros países y con éxito. Si le sumamos el humor simplón que gusta en este país obtenemos el resultado actual.
Pues no tenía ni idea, tío. Tendré que echarle un ojo :)
Sentido del humor sin caer en lo chabacano… como se nota la mano de la gente de «Vaya semanita».
Una película cargada de humor, ¿a alguien le extraña que lleve ya 8 semanas de absoluto éxito?
Hemos Visto
http://hemosvisto.blogspot.com/2014/03/ocho-apellidos-vascos.html