Una de las grandes polémicas de esta semana ha sido la de Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso de los Diputados, jugando al Candy Crush en el iPad durante la réplica del presidente Rajoy al diputado de CiU Duran i Lleida. El medio ‘La Marea’ grabó un vídeo de Villalobos jugando con su iPad mientras presidía la cámara en ausencia del titular, Jesús Posada. ¡La que se ha montado!
En este caso particular me pongo del lado de la diputada popular. A mi siempre me ha pasado que necesito estar entretenido con otras cosas más ligeras para poder atender en condiciones. En principio venía bien tomar apuntes, pero eso me duró poco. Me he pasado toda la carrera (que tampoco era muy complicada) jugando con el ordenador o el móvil en las últimas filas.
Me he pasado muchos niveles de varios ‘Angry Birds’, el ‘Street Hoop’ de NeoGeo en el emulador del ordenador (o la Dingoo A320) o uno de tenis de Gameloft que molaba bastante y tenía partidos de una hora. Y ojo, que hablo de una actividad pasiva como era escuchar. Lo mismo he hecho siempre con los podcasts (andar y escuchar o jugar y escuchar) o con la radio. Pero tengo que estar haciendo algo. Una conversación no es lo mismo porque soy un sujeto activo en la misma.
Con esto quiero decir que hubiera estado en la misma situación que Celia Villalobos. La he estado repitiendo por las aulas de la Universidad durante cuatro años. Incluso dejé de ir a clases que me aburrían y no me dejaban sacar el móvil para jugar. A raíz de esto, en ‘El Intermedio’ fue a la calle a hacer preguntas a la gente mientras jugaban con el iPad para demostrar que es complicado hacer las dos cosas a la vez. Por supuesto, no es lo mismo escuchar que hablar. Recuerdo que cuando hacía preguntas sobre los temas que hablaba el profesor mientras yo jugaba (sí, tenía dudas), paraba el juego.
Con esto solo quiero decir que entiendo y apoyo a Celia Villalobos. Además, yo que estuve escuchando partes del discurso mientras jugaba con el iPad y trasteaba el Twitter, la entiendo. Menudo coñazo. ¡Ah! Y me enteré de lo que anduvo soltando el presidente. Que también, vaya tema.
Otra cosa es la imagen que da (y de ahí que se haya liado) que la mujer que preside el Congreso ande a un juego y no al coñazo del discurso del jefe de su partido. Hay que mejorar eso. Pero vamos, que apoyo a la diputada y yo hago lo mismo. Es más, seguiré haciéndolo porque es mi manera de atender a charlas y conferencias. Tengo que estar con otra cosa. ¡Ah! Por cierto, no era el Candy Crush, era su homólogo de Frozen. Que para el caso…