Me vais a permitir un post más local de lo que suelo estar acostumbrado. Hoy quiero escribir un texto corto y conciso sobre un tema que me afecta en el plano más cercano como es mi municipio. Resulta que hace unos meses decidieron renovar los contenedores de basura que teníamos por otros más modernos y chachis. Desgraciadamente, no ha sido un cambio a mejor, más bien todo lo contrario.
A nivel personal tengo muchas quejas al respecto de ests nuevos contenedores. Por una parte me resultan feos. Los veo demasiado grandes y con una forma redondeada que no me gusta nada. Seguramente tengan el tamaño de los antiguos, pero da la impresión de ser más grandes y, por lo tanto, ocupar más en la vía pública. En esta renovación se ha perdido el pedal para abrir los mismos y echar la basura, por lo que dificulta la tarea a gente que no tenga mucha movilidad o vaya cargada, además de la parte higiénica, que no es muy gustoso que digamos tener que abrir manualmente el contenedor. Muchas veces las bolsas gotean y acaban manchando todo, incluida la abertura para levantar la tapa.
Una tercera cosa que me cabrea en exceso es que no son reversibles a pesar de contar con dos tapas. El contenedor solo se puede abrir por delante. Si intentas echar la basura por el otro lado (que mis razones tengo) resulta imposible. ¿En serio? ¿Quién hostias ha diseñado un container así? Ya me ha pasado en días de lluvia de querer ahorrar unos segundos bajo una importante cortina de agua y tener que dar la vuelta (a todos, porque están juntitos) para poder echar los desperdicios. Un punto para el diseñador y otro para el político lumbreras que dio luz verde a estos contenedores. ¿No los probaron antes? Me parece tan inconcebible, pero en fin.
Por último, pero no menos importante, el material con el que están hechos. Estos contenedores son de plástico, a diferencia de los anteriores que eran de metal. Seguramente sean más baratos, pero como pudimos comprobar debajo de casa hace mes y medio, el plástico prende mucho más rápido. Quemaron dos contenedores y las llamas llegaron hasta el primer piso del edificio de enfrente, pillaron una furgoneta que estaba aparcada delante y gracias a que el contenedor de aceite era de metal y pasó un camión de la basura a echar agua, la cosa no pasó a mayores. Hace años, si quemaban un contenedor, éste aguantaba. El metal contenía las llamas, no las avivaba. Otra mala decisión. Son más inseguros y preferiría no tenerlos cerca de casa por si les da por prenderlos.
Espero que el Ayuntamiento de Getxo recapacite por la cantidad de quejas que han recibido por esta chapuza. Casi 2000 nuevos contenedores de mierda que han instalado y se han gastado una pasta para algo que no queremos, funciona mal y hasta es peligroso para los vecinos. Y lo que sobre para la Kultur Etxea de Romo, el aparcamiento disuasorio de la estación de metro fantasma o el desproporcionado Getxo Antzoki que lleva casi una década en construcción sin fecha de finalización que yo sepa.