Creo que voy a dejar de hablar un poco de mi en el blog, voy a pasar a hablar de mi querida universidad, la Universidad del País Vasco. El principal motivo de esta entrada y de dejar de hablar de un servidor (como Gustavo el del programa de Candy Canti) es porque la profesora de Géneros Informativos, Ainara Larrondo (que el el nombre, como que no os cala hondo, que os da igual vamos) insinuó algo de punto por tener un blog o algo así y bueno, no es lo mismo tener un blog semi-abandonado, solitario y resumiendo, una mierda, que tener un blog decente, por eso voy a actualizar hoy con lo que he titulado un post protesta.

El tema que voy a tratar es la Universidad del País Vasco, una universidad rara, inquietante, rollo Íker Jiménez, una universidad que cambia de ámbito geográfico depende del idioma en la que lo digas. Si lo dices en castellano (UPV) comprende la Comunidad Autónoma del País Vasco, si lo dices en inglés también, hasta aquí chorrada, pero si lo dices en euskera, la cosa cambia radicalmente, pasamos de 3 provincias españolas a 4 españolas y 3 francesas, ¿cómo es posible?, no lo sé, lo único que sé es que de toda la vida Euskal Herria ha sido también Navarra y las provincias francesas. Caso extraño.

La cafetería de sociales, también llamada la grande, está llena de misterios. Quiero comenzar con: las puertas del infierno.
Estas magníficas puertas están cerradas desde hace saber cuánto, son un misterio, ¿hacia dónde son la entrada?¿estas puertas conducen directamente a las llamas del averno?¿quién posee las llaves de la puerta? Son misterios de una UPV que nadie sabe resolver, porque como todo en este país se resume en cuando llegué esto ya estaba así. Las misteriosas puertas del infierno.

Por cierto, tengo que dejar de ver Buenafuente que ya empiezo a desvariar como hace él con sus misterios.

Otro tema extraño, son las pintadas, he visto fotos de otras universidades y no son tan de broma como la nuestra ni de palo, es más he visto la cafetería de más allá del puente y la de Ingenieros San Mamés, por no hablar del maná que parece ser Sarriko, y bueno, parece que los tontos-raros-engañados somos nosotros. Un par de ejemplos de pintadas.


No al cierre,
sabemos que se trata del cierre de la cafetería, que al parecer es cíclico, p
ero, ¿no es un poco inquietante que una pintada de NO AL CIERRE se encuentre sobre una puerta cerrada? ¿Es un comentario irónico del autor? ¿o era el único sitio para pintarlo?

Presos catalanes a Cataluña, extraña frase, no por lo rara que es, que también, si no por su ubicación, se encuentra en el borde de una mesa de una cafetería, de una universidad, en el País Vasco, a 500 km. aprox de Cataluña. ¿De verdad estamos más interesados en la repatriación de presos catalanes?, ¿no sería mejor usar el pequeño espacio utilizado para reivindicar algo que nos convenga a todos?, propongo sustituir el presos catalanes a Cataluña por algo más típico de aquí, no sé Rectores tacaños a Cataluña que no hay nás que ver que como está la universidad.

Pero esta ya me parece la más inquietante de todas: Liberación animal, hazte veganX. Yo aquí me pierdo, está frase si que me da miedo, auténtico pavor, dan ganas de salir huyendo. Como dice mi carnicero, vamos por partes.
Liberación animal. Señores, señoras, tengo una revelación que hacerles, Matrix existe, esta pintada es la prueba, Matrix está controlando a los animales, tenemos que liberarlos, es nuestra responsabilidad, aunque el caso es, si los animales están en Matrix, ¿dónde cojones estamos nosotros?
Hazte veganX los mutantes de X-Men han estudiado en la UPV, al menos el tal vegan y esta es la persona que quiere que liberemos los animales.

Yo ya me he resignado a no hacer caso a las pintadas de la Uni.

En la próxima entrada, continuaré con los misterios de la cafetería.

P.D: A Ainara, lo siento, pero los elementos de titulación me los he dejado en los otros pantalones.

por Bori

0 comentario en “UPV (1ª parte)”
  1. Estás muy rayado, tío… Tú al menos tienes cafetería; yo ni eso. Los de periodismo de la UV somos estudiantes en continuo éxodo, relegados a un aulario de mierda sin cafetería, biblioteca y con unas máquinas de café que se tragan las monedas…

    En fin… Viva la universidad pública!

    Sayoleta

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