Aún quedan un par de horas para que se abran los «colegios electorales» en Estados Unidos. Lo pongo entrecomillado porque tal y como dijo ayer Mamen Mendizábal en Buenafuente han colocado urnas para poder votar incluso en el hall del edificio donde vives. Puedes bajar en pijama a votar tranquilamente. Pero ahora son las 5:45 hora de la Costa Este, si seguimos hacia el Oeste las horas disminuyen. Por ejemplo en la ciudad en la que nació el candidato demócrata Barack Obama, que es Honolulu, capital del estado de Hawai, es la 1 menos cuarto de la madrugada, por tanto quedan alrededor de 8 horas para que puedan ir a votar.
Según lo que se dice en las noticias la gente pide un cambio. Parece que Obama va a arrasar en las elecciones y el tándem McCain-
Pallin no va a poder hacer nada para evitarlo. Éstas elecciones han sido bastante extrañas,
han sido las más caras y largas de la Historia, las primeras en las que una mujer y un afroamericano ha tenido oportunidad de alcanzar la presidencia
(me refiero a Hillary Clinton). Una de las cosas que más me extraña de estas elecciones ha sido que mientras la candidata a vicepresidenta republicana Sarah
Pallin ha tenido una gran repercusión, de su homólogo demócrata no hemos sabido nada. Si preguntára quién es el segundo de Obama en estas elecciones, dudo que mucha gente supiera responder correctamente (sin mirar en San Google).
Así que de esta manera hoy, 4 de noviembre, los estadounidenses eligen al hombre que gobernará su país y seguramente los designios del planeta (y nosotros no tenemos derecho a nada, sólo a mirar). Yo como siempre he dicho estoy con Obama, mañana ya sabremos quién es el presidente número 44 de los Estados Unidos de América.