Foto de WikiMedia (CC).

Bilbao es una ciudad que ha sabido transformarse desde una vetusta urbe industrial a una villa dedidcada al turismo y los servicios. El llamado efecto Bilbao, surgido con la construcción del Guggenheim y toda la modificación de la ciudad es un caso que se estudia. Pocas ciudades han conseguido volver a ponerse en el mapa a base de proyectos faraónicos y que les haya salido bien. Dijo una vez @mimesacojea que lo de Bilbao era un pelotazo inmobiliario cool que supo acabar en el momento exacto. En parte tiene razón, pero lo que nos queda es una ciudad preciosa en la que dan ganas de visitar. ¿Sabes qué más ver en Bilbao además del Guggenheim? Adelante.

Edificio de Sanidad

Foto de chalo84 (CC)

La ya no tan nueva sede de Sanidad en Bilbao es un edificio espectacular. De esos que llaman la atención según lo ves. Enclavado en la confluencia entre Licenciado Poza y Alameda Rekalde, este inmueble fue proyectado por un estudio de arquitectos de Getxo llamado Coll-Barreau. Como digo, se trata de la sede del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y se financió con la venta de otros edificios. Una sede moderna para uno de los departamentos más importantes.

Zubizuri

Foto de Wikimedia (CC)

Una de esas obras polémicas del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Este puente, en concreto, se hizo conocido por dos polémicas. La primera fue la de las caídas en su pavimento deslizante. La segunda fue la inclusión de una pasarela para hacer más accesible el puente.  A pesar de ello, es una obra preciosa. Se ve desde lejos que es de Calatrava y se parece demasiado a otros proyectos suyos, pero aún así, es muy bonito.

Metro Bilbao

Estación de Sarriko. / WikiMedia (CC).

En Bilbao las cosas se hacen a lo grande. Si hay que construir un tren suburbano, mejor encargarle la obra a un arquitecto de renombre. Así, Norman Foster se hizo cargo del proyecto y de él salió el metro. De hecho, las bocas de metro se llaman fosteritos en su honor. Ha conseguido aunar la utilidad de un servicio con la belleza de una obra de arte. Es uno de los símbolos del nuevo Bilbao. La estación de Sarriko, en la fotografía, es una de las más bonitas y espectaculares de toda la red.

Isozaki Atea

Foto de Wikimedia (CC)

El arquitecto japonés Arata Isozaki también ha dejado su impronta en Bilbao. Y parte de polémica. El conjunto de edificios llamado ‘Puerta de Isozaki’ en castellano es un conjunto de inmuebles, cuyo elemento principal son las dos torres gemelas, que abren un espacio hacia la Ría y el mencionado puente de Calatrava. Dos torres de 82 metros y 20 plantas son las protagonistas de esta edificación singular en medio de la Villa.

Alhóndiga Bilbao

Foto de WikiMedia (CC).

La fachada se remonta a principios del siglo XX ideada por Ricardo Basterra. En sus orígenes fue un almacén de vinos, de ahí su nombre. Con los años quedó en desuso y se le buscó uno. Aunque se ha mantenido el aspecto original en la parte exterior, el interior es obra de Philipe Stark. Son tres grandes cubos que albergan las necesidades de esa zona de la ciudad (biblioteca, gimnasio…) levantados sobre 43 columnas que realizan un viaje por la historia de la arquitectura. Un proyecto faraónico que tardó una década en acabarse (desde el inicio de las obras) y que se ha convertido en uno de los referentes de la ciudad.

CRAI Deusto

Foto de WikiMedia (CC).

Justo enfrente de la Universidad de Deusto, en la otra margen de la Ría de Bilbao, se haya la nueva biblioteca. Un edificio de cristal y hierro ideado por el arquitecto Rafael Moneo, autor del Kursaal de Donostia o la ampliación del Museo del Prado. Otra gran firma que rubrica en el ideario bilbaíno. Cerca del Guggenheim, a la sombra de la Torre Iberdrola y casi bañado por la Ría, este edificio es precioso. Sobre todo por la noche.

San Mamés

Foto de WikiMedia (CC).

La Catedral. Con cien años de historia se despidió Bilbao de la Catedral con más aforo de la ciudad para dar paso a otra más grande y moderna. Bilbao y su Athletic son uno. Una simbiosis de la que se enorgullecen ambos. El repaso al nuevo Bilbao no puede terminar sin una imagen de la nueva casa del Athletic Club. Un estadio bonito que combina con el renovado espíritu de la ciudad  y en el que se juega sin haber sido acabado todavía.

por Bori

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